Leyendo un mapa

La gente era aventurera hasta la médula cuando la tecnología digital no existía. 

Al viajar, lo primero que hacían las personas era conseguir un mapa de la nueva ciudad en la que estaban o a la que iban para poder orientarse fácilmente. Explorar nuevos lugares, o incluso la propia ciudad natal, con un mapa en las manos era algo habitual. Era un elemento que literalmente salvaba vidas, pero ahora los mapas son más bien un elemento decorativo o de colección.

Hoy en día, podemos confiar en el GPS y agregar fácilmente la dirección a la que queremos llegar, lo que hace que viajar sea más cómodo. Además, el sistema GPS nos indica nuestros destinos, por lo que ni siquiera tenemos que mirarlo y podemos simplemente conducir o caminar mientras recibimos instrucciones para llegar a nuestro destino.