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Amy Winehouse tenía 416 mg de alcohol por cada 100 ml de sangre
Hizo historia en el mundo de la música y sus obras de arte siguen siendo aplaudidas hasta el día de hoy. Amy Winehouse tenía un historial de abuso de sustancias y sufría problemas de salud mental. El 23 de julio de 2011, la cantante fue encontrada muerta en su cama por su guardaespaldas, quien la había revisado a las 10 de la mañana y pensó que solo estaba dormida. Cinco horas después, la revisó nuevamente y estaba en la misma posición.
Muchas personas del entorno de Amy, incluido su médico y su guardaespaldas, solicitaron una autopsia para investigar más a fondo la causa de su muerte. Desde 2008, Amy había recurrido a la bebida tras dejar de consumir drogas. La noche de su muerte, la cantante tenía tres botellas de vodka (una pequeña y dos grandes) que le habían dejado una cantidad importante de alcohol en el organismo, suficiente para provocarle una insuficiencia respiratoria o inducirle un coma.